Cuéntanos acerca de vuestra nueva propuesta, IB Proyecta. ¿Cuál es su objetivo? IB Proyecta es el nuevo departamento de ACER Espacios Naturales, creado para atender exclusivamente proyectos de paisajismo. Mediante un equipo de profesionales, es capaz de ofrecer soluciones innovadoras y creativas para el diseño de espacios verdes, utilizando las últimas tendencias y tecnologías del mercado, como cada vez nos demandan más clientes. IB Proyecta realiza proyectos de paisajismo de todo tipo: desde pequeños jardines residenciales hasta grandes proyectos urbanísticos como Distrito Z by Urbania. Se enfoca en crear espacios naturales que sean no solo bellos, sino también funcionales y sostenibles.
¿Cómo se integra IB Proyecta en la propuesta de valor de ACER Espacios Naturales? Después de estos 24 años de experiencia, llegamos a la conclusión de que, para ofrecer el mejor servicio y satisfacer las necesidades de cada cliente, necesitábamos departamentos especializados en las diferentes etapas de la creación de un espacio verde de máxima calidad. La primera etapa es la conceptualización y diseño, en función no solo de los gustos del cliente, sino también teniendo en cuenta las particularidades del entorno y los requerimientos del proyecto; para ello hemos creado IB Proyecta. En una segunda etapa, aparece ACER Espacios Naturales, que está especializada en la ejecución en obra de los proyectos realizados por IB Proyecta u otros estudios de paisajismo. Y como última fase del proceso, de suma importancia, ACER Natura se encarga del mantenimiento de las plantas y de las instalaciones para el buen estado del jardín a largo plazo. Nuestro personal especializado revisa las instalaciones de riego, el estado fitosanitario de las plantas, corta el césped, poda y en general mantiene la zona verde en perfecto estado.
¿Qué ventajas ofrece IB Proyecta frente a otras empresas de landscaping y paisajismo? Como es natural, IB Proyecta cuenta con el respaldo y más de 24 años de experiencia de ACER Espacios Naturales, lo que garantiza la calidad y el compromiso con cada proyecto. Además, esta nueva empresa dispone de un equipo de profesionales de la arquitectura y el paisajismo acostumbrados a trabajar con numerosas herramientas informáticas para realizar infografías, que ayudan al cliente a visualizar no solo el concepto, sino también el resultado del proyecto. Como elemento diferenciador, me gustaría señalar que aplicamos las últimas tendencias y tecnologías en el diseño de los espacios verdes. Por ejemplo, el uso de materiales sostenibles y reciclados, la integración de elementos naturales como agua y rocas, así como la implementación de sistemas de riego e iluminación eficientes. El objetivo que perseguimos es crear espacios naturales atractivos, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
¿Qué proyectos destacados habéis ejecutado desde vuestro grupo? En estos últimos años hemos ejecutado los jardines de establecimientos como el Gran Hotel Miramar de Málaga, el Hotel Almenara en Sotogrande, o el Hotel Meliá en Atlanterra. También hemos trabajado en promociones como ICON Marbella by Urbania, Nereidas en Playamar y Dora Maar en San Pedro de Alcántara, ambas con Metrovacesa, así como en Playamar, South Bay III con AEDAS Homes en Estepona, varios jardines verticales como los Aeropuertos de Málaga, Alicante y la plaza de Pepe Mena en la capital andaluza, solo por citar algunos.
¿Y en cuáles estáis trabajando actualmente? Ahora mismo estamos trabajando en proyectos como la prestigiosa promoción Higueron West, ELLIE SAAB VILLAS MARBELLA y Marae by Urbania, Soul Marbella by AEDAS Homes, el Parque de San Rafael en Málaga, varias villas privadas en La Zagaleta o la urbanización THE HILLS en Benahavís. La verdad es que no paramos y estamos muy satisfechos del ritmo de trabajo.
¿Cómo veis el futuro de vuestro sector y los retos que afronta, como el cambio climático? Tenemos una gran ilusión y expectativas de crecimiento. Estamos en una fase de desarrollo constante, incorporando más profesionales altamente capacitados y especializados en el diseño y la construcción de espacios verdes. Además, nos enfocamos en la innovación y en la búsqueda de métodos sostenibles para todos nuestros proyectos, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de nuestras actividades y fomentar la conservación de la naturaleza. Es muy importante entender el papel tan importante que está teniendo el sector de la jardinería para el bienestar y la salud de las personas, reduciendo los niveles de estrés y favoreciendo la captación de CO2.
Creemos que el futuro de ACER Espacios Naturales es muy prometedor, y estamos comprometidos en seguir ofreciendo soluciones creativas e innovadoras para nuestros clientes.
Te defines profesionalmente como “un artesano de las emociones” … ¿Cómo entiendes la arquitectura? Todo proyecto arquitectónico da respuesta a una serie de cuestiones: tenemos un lugar concreto en el que intervenir, un cliente que tiene sus necesidades y deseos, un presupuesto y un programa que cumplir, y nuestro trabajo es conseguir dar respuesta a todas las cuestiones que emanan de ellos. Lo que yo propongo con mi trabajo son experiencias que van a provocar un cúmulo de sensaciones. Es una arquitectura pensada por y para el ser humano que la habita, que logra mejorar su vida cotidiana para que alcance algo aún más sublime: la felicidad.
¿Quiénes formáis ARK Architects y cómo se organiza el estudio? Somos tres socios: dos arquitectos técnicos, Diego Suárez Jurado y Santiago Ruiz Moriche, que se ocupan de las fases de dirección y construcción; y yo, Manuel R. Moriche, que me encargo de la fase creativa. Detrás hay un gran equipo, que engloba a profesionales desde la arquitectura al diseño e interiorismo, pasando por la ingeniería y el paisajismo, llegando hasta la neurociencia. Para nosotros, la arquitectura es la idea construida y por eso abarcamos todas las fases del proyecto. Somos constructores de ideas, materializadas precisa y eficientemente. Finalmente ofrecemos una solución global, permitiendo que el cliente solo contrate a una compañía que le da más de 10 años de garantía global.
Entre las particularidades que distinguen vuestro trabajo está la sensibilidad a la hora de manejar la luz, el entorno o los materiales. ¿Cuál es vuestra filosofía creativa en ese sentido? Partimos siempre de una pregunta esencial: ¿qué vamos a devolverle a la naturaleza para evitar que nuestro trabajo suponga un impacto invasivo? Y, por ello, lo primero es realizar un profundo análisis del lugar donde se va a desarrollar nuestro trabajo, que ya lleva en sí el germen del proyecto. Atendemos a la geografía, la topografía, la climatología, la biología, la cultura constructiva de la zona… y respetamos escrupulosamente el lugar, la luz natural, el entorno en que se encuentra y los materiales naturales autóctonos, que usaremos. El respeto es la clave para nosotros y eso incluye también la sostenibilidad… En el estudio empezamos a tener en cuenta la sostenibilidad hace mucho tiempo, y hoy es una de nuestras banderas.
La posición geográfica de enclaves en los que habéis trabajado, como Zagaleta o Sotogrande, condicionan enormemente la manera de entender el diseño. ¿Cómo influye este aspecto? Entendemos la arquitectura desde un punto de vista en el cual el lugar resulta determinante. El entorno y, por tanto, la naturaleza, es el punto de partida, lo que genera todo lo demás, donde se guarda el germen de cualquier proyecto. No concibo un diseño sin hacer que los edificios dialoguen con el entorno, que interactúen con la naturaleza. En este sentido, Zagaleta, Marbella, Madrid, Sotogrande u otras zonas como Miami, poseen una luz especial, que podemos decir que es el elemento central de la arquitectura. En cada espacio existe una luz concreta con diferentes características que hay que aprender a manejar y gestionar para que el proyecto tenga coherencia y podamos llegar a los niveles de sensibilidad que buscamos.
¿Qué aspectos son los más determinantes a la hora de crear una obra única como las que han dado fama a vuestro estudio? ¿Cómo es la búsqueda de la excelencia? La clave es estar en la búsqueda constante de mejora y con una sensación de que siempre se puede evolucionar. Nuestros diseños de hace cinco años son diferentes a los de ahora aunque mantienen su esencia y filosofía, pero las personas, el estilo de vida y el entorno también evolucionan. En ARK tenemos la ventaja de que nuestros proyectos son integrales, por lo que controlamos toda la fase del proceso. Todo nace desde un análisis del lugar, el estilo de vida y por supuesto de un diseño. El diseño es el germen de que un proyecto arquitectónico tenga éxito, y no hablo solo del diseño exterior, sino de cada habitación, baño, cocina, garaje, escaleras… Absolutamente todo debe estar alineado y ser coherente para cumplir su función.
¿Y cómo se combina eso con la exigencia para conseguir los más altos estándares de lujo? El lujo moderno ha sufrido una revolución y ha abandonado los grandes niveles de ostentación. La arquitectura centrada en la vivienda unifamiliar de alto nivel posee parámetros evolucionados que están más relacionados con el espacio, la funcionalidad, la sostenibilidad, el equilibrio de los materiales, la artesanía y el poder hacer a medida cada espacio, eligiendo hasta el último detalle de manera que no sea algo estándar o industrializado. Deberíamos de dejar de pensar en la arquitectura como algo selecto o elitista: es un patrimonio cultural de todos, es parte de nosotros, de nuestra ciudad y está bien que reflexionemos más sobre ello.
Como tantos otros talentos que somos afortunados de tener en Marbella, llegaste desde otra parte del mundo (Argentina) y decidiste quedarte aquí. ¿Cómo fueron tus inicios? La verdad es que mis inicios en el mundo de la arquitectura fueron bastante frustrantes. De hecho, en el segundo curso un profesor me sugirió… ¡que cambiara de carrera! Por suerte perseveré y tuve la oportunidad de dedicarme a esta profesión. Llegué a Marbella en 1979 por una casualidad. En la consulta de mi dentista en Madrid me encontré con la mujer de un amigo abogado, que era el número uno en su profesión en ese momento en Marbella. Mi amiga me comentó que había muchas oportunidades y me sugirió abrir mi propio estudio en esta ciudad.
Eso fue hace treinta años. ¿Qué es lo que más ha cambiado en tu profesión desde entonces? Nuestra profesión ha cambiado de manera radical, afortunadamente. De ser una profesión “medieval”, en la que todo lo hacíamos a mano, como un sastre, hemos pasado al mundo digital donde disponemos de herramientas maravillosas. También es cierto que ahora a menudo nos encontramos proyectos en los que cada vez hay más forma y menos contenido.
Has dejado tu huella en el sector hotelero con proyectos caracterizados por una concepción totalmente abierta. ¿Debemos replantearnos el enfoque de los hoteles del futuro? Aunque ahora suene extraño decirlo, por el parón del turismo que vivimos debido a la pandemia, estoy convencido de que los proyectos de nuevos hoteles en la Costa del Sol irán a más. El parque hotelero existente en la actualidad es anticuado y está obsoleto, salvo contadas excepciones. En los próximos años llegarán hoteles con más glamour, icónicos, que atraerán a un turismo de más poder adquisitivo y permitirán generar empleos de una mayor calidad.
Otro ámbito en el que has conseguido grandes hitos es la actualización de viviendas ya existentes. ¿Qué busca el cliente actual que no ofrecían las viviendas de hace unos años? En general, las viviendas que reformamos son anticuadas y están mal construidas. Son el resultado de las exigencias de unos tiempos en los que se primaban otros aspectos. Pero el cliente europeo de hoy en día viene con expectativas distintas respecto a su residencia habitual o segunda residencia. Busca una arquitectura que ofrezca más espacio, más calidad, más innovación técnica. Hay mucho camino por recorrer en la reforma de viviendas existentes.
¿Estáis notando el impacto de la situación actual en vuestro trabajo? ¿Existe la tentación de considerar la arquitectura de calidad como un “lujo” prescindible? Somos afortunados con el trabajo que tenemos, y espero que más pronto que tarde recuperemos la vida de todos los días. Al final, una vivienda de las que generalmente hacemos en nuestro estudio es un producto social, donde se involucra mucha gente. Lleva más de 40.000 horas de trabajo de muchas profesiones distintas. A consecuencia de esto, la gente ha podido progresar, mandar a sus hijos a estudiar, y, en definitiva, vivir mejor. De eso se trata.
¿En qué cree que consiste el secreto de la proyección de su carrera?
No existe ningún secreto. Hace ya muchos años que por mis conocimientos de diseño me interesé por la arquitectura y por la construcción de casas, como resultado de mi gran admiración por los edificios de estilo andaluz, en ellos encontré algo positivo incluso alegre en sus líneas limpias y su perfecta adaptación al clima de Andalucía.
Es usted autodidacta, nunca fue a la universidad, ¿el mejor diploma te lo da la experiencia?
Aprendí todo por los maestros de la construcción con los que trabajé y también por los artesanos con los que traté, carpinteros, herreros. En la mayoría de las universidades este tipo de conocimiento es inalcanzable. La arquitectura andaluza no se enseña en ninguna universidad.
¿Cuál es su visión con respecto a la arquitectura de futuro? La arquitectura ha empeorado durante los últimos 50 años como resultado de la forma en que se enseña y la filosofía que domina su enseñanza. Hay una universidad en los Estados Unidos que enseña arquitectura real. El resto sigue con la idea de destruir el pasado y hacer algo nuevo o como lo llaman ahora de estilo contemporáneo.
¿Cree que los dos conjuntos residenciales de Marbella proyectados por usted, son los mejores ejemplos de la tipología de pueblo
andaluz? Es difícil decir que son los mejores. Por lo que sé, son los únicos.
¿Su pueblo preferido de Andalucía? Vejer de La Frontera.
¿Un arquitecto al que admire? León Krier, Quinlan Terry, Antonio Matias de Figueroa, Lo siento, son tres.