Acabas de triunfar en Casa Decor 2020 con tu propuesta de Blue Moon Lounge Bar para Alvic, que evoca los años 70. ¿Qué has querido transmitir? Creatividad, escenografía, apuntes culturales y artísticos documentados en otras épocas… Hay mucha combinación y eclecticismo en esta obra, pero esencialmente quería que el espacio tuviera un aire propio, atrevido y extravagante en cuanto a perspectivas y reflejos, no solo visuales sino especialmente funcionales. Quería lograr que el usuario pudiera adentrarse en un espacio imaginativo con algo de irrealidad onírica. Pero sobre todo ha sido, una vez más, un proyecto muy ilusionante para mí, y eso se percibe muy bien en la arquitectura del espacio.
Tu relación con Casa Decor viene de largo, pues fue uno de los escaparates donde te diste a conocer cuando llegaste a España. ¿Son importantes estos eventos para los jóvenes talentos? La innovación me atrae, venga de donde venga. Y Casa Decor sigue siendo un evento especial y único. Un lugar donde arquitectura, diseño, marcas, productos… pero sobre todo los visitantes crean un tránsito de emociones y sensaciones muy particulares. Su misma esencia efímera da un carisma especial a las obras, y permite que la arquitectura se convierta en algo más, en un medio y un nuevo formato que ha ido evolucionando todos estos años. Esto me ha permitido experimentar, crear y así alcanzar mejor el verdadero objetivo de mis clientes: comunicar. Participar en las sucesivas ediciones de Casa Decor es como conocer muy bien un medio, como un canal en el que te vuelves experto en cada certamen para conseguir un diálogo con el público. Creo que este tipo de eventos e interacciones son muy recomendables para las marcas, su público y los creadores. En Casa Decor pasan cosas que en otros sitios no pasan.
Eres portorriqueño y te formaste en los Estados Unidos, antes de llegar a España para trabajar con Rafael Moneo. ¿Te costó adaptarte? Cuéntanos cómo fueron tus primeros años. Como para otros muchos profesionales de mi especialidad, y posiblemente por la pasión que es capaz de significar la arquitectura para nosotros, mi vida profesional y personal se unieron irremediablemente tras un periodo de formación académica en Estados Unidos que culminó con un soñado viaje a Europa. Mi periplo empezó en Italia y me llevó por una interesante ruta cultural para concluir en España, donde tuve la oportunidad de vivir una colaboración muy enriquecedora en el estudio de Rafael Moneo, quien fue profesor mío en los Estados Unidos, y también en el estudio de Alberto Campo Baeza. Desde ese momento todo se encadenó de una manera fluida. Me sentí muy cómodo en la cultura y la vida de Madrid, es una capital muy internacional y siempre estuve en contacto con el mundo de dónde venía. Madrid se convirtió pronto en mi lugar de trabajo y en mi residencia permanente. Aquí me casé y formé mi familia.
En 1992 fundaste tu estudio de arquitectura y desde entonces no has parado de trabajar: residencial, retail, hostelería, oficinas... ¿En qué ámbito te sientes más cómodo? Es una pregunta difícil de contestar para alguien cuya pasión es la arquitectura. Cualquier espacio y lugar donde pueda diseñar, construir y crear se vuelve rápidamente una oportunidad, un reto, un deseo por explorar nuevas fórmulas. De hecho, es la combinación de las múltiples funcionalidades a las que da respuesta la arquitectura lo que más me fascina de mi profesión. Cada obra, más que depender de un sector en concreto, depende de unas circunstancias, escenarios, necesidades y objetivos. Esos son los aspectos que me gusta valorar.
Son especialmente memorables tus proyectos de interiorismo residencial, desde la casa curva de Torres Blancas a tus exquisitos lofts. ¿La creatividad es la solución a la falta de espacio cada vez más acuciante en las ciudades? Cuando se trata de viviendas, las circunstancias principales de estas obras son las personas que las habitan. Posiblemente, lo que en un principio era un planteamiento innovador diferencial de tratar los espacios con una estructura de compartimentación distinta, aprovechada, mejorada y nada estándar, con el tiempo se convirtió en un sello característico de mi obra.
Es obvio que los espacios urbanos son un bien caro, especialmente en las grandes ciudades, pero muchos de ellos no dependen de si son grandes o pequeños, sino de cómo organizas y creas el espacio de sus usos y funciones. En ese sentido, busco siempre fórmulas diferenciales, originales, que encajan con el modo de vida de sus moradores más que con los metros cuadrados de los que dispone. Y sí, me encanta explorar la tridimensionalidad de los espacios.
De todos los proyectos que has realizado en España, ¿Cuál ha sido el más especial para ti, el más inolvidable? ¿O el que ha supuesto un mayor desafío? Posiblemente haya mucho de personal en mi elección, pero el ático que construí en Madrid de 60 m2 para mi familia ha sido no solo mi obra favorita, sino la que más portadas internacionales me ha brindado. Fue un proyecto donde mis aspiraciones acerca de la luz, el espacio exterior, la amplitud, etc. orquestaron toda la obra. Esa obra debía convertirse en mi hogar, el lugar donde mi familia y yo viviríamos, y tanto mi mujer como yo sabemos exactamente lo que nos gusta. El diseño no solo trataba de aprovechar cada metro de la vivienda, sino que tenía que estar en contacto directo con el cielo, lograr despegarse del trazado urbano, como si todavía viviera en la Isla… Para mí la importancia de la naturaleza y el exterior es esencial. En cuanto a las estructuras interiores, las divisorias las imaginé siempre sinuosas con curvas, sin separaciones encajadas y rígidas; por eso creé un eje dinámico curvo que cambia totalmente la percepción del espacio. Es mi obra más personal y mi favorita.
Ahora mismo eres el arquitecto e interiorista del momento, con el que todos quieren trabajar. ¿Qué puedes contarnos de tus proyectos actuales? La verdad es que efectivamente ahora mismo estoy en muchas cosas y en muchos países. Trabajo por ejemplo en la construcción de casas en un resort en República Dominicana, así como en varios proyectos residenciales en España, Puerto Rico y Dubái, todos ellos con unas culturas y sistemas de edificación y construcción muy diferentes entre sí. Pero nunca dejo de trabajar en la arquitectura comercial, así que al mismo tiempo estoy creando la nueva imagen retail a nivel internacional para la marca Lladró, la arquitectura comunicativa y comercial para la marca Alvic, o la nueva imagen global de la marca de chaquetas italiana Boglioli. También mantengo mi estrecha relación con fabricantes de materiales de construcción como Neolith; recientemente, nuestro estudio recibió la mención de honor BEST PROJECT por el último proyecto realizado para esta marca en la feria KBIS de los Estados Unidos. Estar en contacto con la materia prima me ofrece siempre la posibilidad de innovar, algo que las marcas agradecen.
Además llevas tiempo colaborando con el festival Starlite de Marbella, diseñando espacios efímeros con la sofisticación y glamur marca de la casa. ¿Cómo surgió esta colaboración? La verdad es que muchas de mis obras me han llevado directamente a otras, la contemplación de la arquitectura es la propia expresión de la misma. Hace ocho años, llevaba la dirección de arte del salón Millesime, y como público de ese evento se encontraba Sandra García-Sanjuán, la fundadora y presidenta de Starlite. Le encantó la obra y a mí su proyecto, así que iniciamos una fructífera colaboración que me llevó a vincularme a Starlite Marbella. Es un viaje apasionante, no solo por la familia que ya conformamos todo el equipo, sino por los infinitos retos que nos planteamos en cada certamen. Hoy el departamento de proyectos de la marca está constantemente creando y diseñando nuevos sueños Starlite todavía inimaginables para el público. Se trata de generar expectación y de satisfacer la necesidad de sorpresas positivas y enriquecedoras que demandan las personas que asisten a este evento único.
De Shanghái a Madrid y ahora en
Mallorca. ¿A qué responde este nomadismo de OHLAB?
Circunstancias,
momentos vitales y supongo que mucha curiosidad. Paloma y yo nos conocimos en un posgrado en Nueva York. Después de vivir y trabajar 6 años allí, nos embarcamos en un viaje de investigación por
el sudeste asiático con una beca de la universidad de Columbia. Nos encantó China y surgieron oportunidades de colaborar en proyectos muy interesantes. Vivimos en Shanghái y en Pekín, donde
trabajamos con OMA/ Rem Koolhaas. Volvimos a Madrid por motivos personales y hace 4 años nos trasladamos a Mallorca, donde podemos concentrarnos más en nuestro trabajo y seguir colaborando con
clientes de fuera. Los viajes han ido definiendo nuestra vida y nuestra forma de trabajar.
¿Cuáles son las principales
diferencias entre el mercado asiático y el europeo?
Es difícil generalizar. En el actual contexto hiperglobalizado las diferencias y contrastes (incluso culturales) pueden ser más
acusados entre zonas de una misma ciudad que entre ciudades geográficamente muy distantes. Dicho esto, en la China preolímpica que nos tocó vivir, tuvimos oportunidad de trabajar en proyectos muy
optimistas y visionarios. El lenguaje de la arquitectura es universal, pero el desarrollo de los proyectos siempre se define por los lugares y culturas en los que se
ubican.
Vuestro palmarés de premios es
impresionante y muy precoz: premio a la mejor casa del año 2017 de Architectural Record de Nueva York, al mejor ecodiseño 2017 del IED de Madrid, 3 premios en el World Architecture Festival 2016
de Berlín, premio Great Indoors Awards 2013... ¿Ayuda conseguir reconocimientos desde el principio o hay riesgo de complacencia?
Los premios y reconocimientos nos animan a seguir con el trabajo
diario. También es positivo para captar clientes. Pero no pensamos mucho en ello. Nuestra satisfacción depende de la satisfacción de nuestros clientes y de ver que los proyectos funcionan
bien.
¿De qué forma integráis la
sostenibilidad y la eficiencia energética en vuestro trabajo?
La sostenibilidad y la eficiencia energética son valores intrínsecos en nuestro trabajo que incorporamos desde el inicio de cada
proyecto. Estamos especializados en eficiencia energética y Passivhaus, aunque no todos los proyectos tienen la certificación oficial, estos conceptos siempre están integrados en la construcción.
La primera vivienda Passivhaus que hicimos en Mallorca hace tres años todavía no ha necesitado calefacción ni aire acondicionado y se desconectó de la red de agua (100 % agua pluvial) desde el
principio; las viviendas que estamos realizando actualmente siguen la misma línea en cuanto a eficiencia energética.
¿Cómo veis la situación del
sector en España? ¿Existe una buena cantera de profesionales?
La situación económica se está recuperando, en Mallorca y en nuestro sector hace tiempo que lo vivimos, pero desafortunadamente
esta recuperación es muy irregular según las zonas del país. La nota positiva puede ser que, tras la crisis, las empresas son muy cautas con los crecimientos poco estructurados. Esto debería
crear un crecimiento más lento pero estable. En cuanto a los nuevos profesionales que llegan al mercado, es una generación mucho más plural, con una formación más transversal y variada que las
anteriores; eso es muy positivo.
Si tuvieseis que elegir un solo
proyecto que defina la esencia de vuestro estudio, ¿cuál sería?
Es difícil definir nuestro trabajo con un solo proyecto porque una de las características que nos define es precisamente un
trato único y diferencial para cada proyecto. Can Bordoy, un hotel boutique en el centro de Palma, es el último proyecto que hemos terminado y ha sido muy interesante porque hemos dado una
respuesta global de arquitectura, interiorismo, diseño de mobiliario y Project Management. Se trata de un proyecto con gran personalidad que recupera la historia de un edificio histórico, con las
comodidades más contemporáneas pero sin perder el carácter residencial de una casa. Es un proyecto del que estamos muy orgullosos, que está funcionando increíblemente bien, pero que difícilmente
se podría extrapolar a otro sitio.
¿En qué otros proyectos
destacados que podáis contar estáis trabajando actualmente?
Ahora estamos realizando un edificio de 8 plantas totalmente Passivhaus con consumo energético casi nulo. Es un reto interesante
porque es muy poco habitual en edificios de este tamaño, será el residencial Passivhaus más alto de Mallorca y uno de los más altos de España. Se trata de un proyecto residencial de ocho plantas
en el centro de Palma de Mallorca con fecha de entrega para final de 2020. Se ha diseñado siguiendo los estándares Passivhaus para lograr la máxima eficiencia energética y una demanda de
climatización de solo 15 kWh/m2a). Esto es posible porque la fachada formada por paneles correderos de lamas de madera funciona como un filtro solar, creando un cambiante juego de luces y sombras
en las viviendas que permite aprovechar el sol de forma eficiente todo el año. De esta forma se reducen hasta en casi un 80 % las necesidades de climatización y refrigeración respecto a una
edificación convencional. Eso encuadra la construcción en el estándar nearly zero energy building (nZEB).
¿En qué cree que consiste el secreto de la proyección de su carrera?
No existe ningún secreto. Hace ya muchos años que por mis conocimientos de diseño me interesé por la arquitectura y por la construcción de casas, como resultado de mi gran admiración por los edificios de estilo andaluz, en ellos encontré algo positivo incluso alegre en sus líneas limpias y su perfecta adaptación al clima de Andalucía.
Es usted autodidacta, nunca fue a la universidad, ¿el mejor diploma te lo da la experiencia?
Aprendí todo por los maestros de la construcción con los que trabajé y también por los artesanos con los que traté, carpinteros, herreros. En la mayoría de las universidades este tipo de conocimiento es inalcanzable. La arquitectura andaluza no se enseña en ninguna universidad.
¿Cuál es su visión con respecto a la arquitectura de futuro?
La arquitectura ha empeorado durante los últimos 50 años
como resultado de la forma en que se enseña y la filosofía que domina su enseñanza. Hay una universidad en los Estados Unidos que
enseña arquitectura real. El resto sigue con la idea de destruir el pasado y hacer algo nuevo o como lo llaman ahora de estilo contemporáneo.
¿Cree que los dos conjuntos residenciales de Marbella proyectados por usted, son los mejores ejemplos de la tipología de pueblo
andaluz? Es difícil decir que son los mejores. Por lo que sé, son los únicos.
¿Su pueblo preferido de Andalucía? Vejer de La Frontera.
¿Un arquitecto al que admire? León Krier, Quinlan Terry, Antonio Matias de Figueroa, Lo siento, son tres.
"Los clientes llegan cada vez más convencidos de que tenemos que construir de otra manera, integrando el consumo energético como otro factor de composición en el proceso de diseño"
En primer lugar, felicitaros por vuestra trayectoria ¿Podríais darnos una descripción de lo que se pedía en este concurso?
Gracias. Teníamos que diseñar un conjunto residencial de unas 120 villas adosadas, uniendo 3 parcelas y tratándolas como una unidad. Querían un concepto innovador y creativo, pero sin comprometer la viabilidad de su construcción, por lo que también tenía que cumplir con las normativas vigentes. Se hizo especial hincapié en la necesidad de crear una comunidad, generando espacios de encuentro que fomenten de manera natural las relaciones entre los residentes. En el fondo, el verdadero objeto del concurso era proponer una reflexión sobre la arquitectura contemporánea de alta gama en la Costa del Sol.
¿Qué os ha aportado este primer premio?
A parte de mucho trabajo y reconocimiento, diría que confianza. La composición del jurado que nos ha otorgado el premio impone mucho respecto: junto al representante del patrocinador principal, Urbania International, José Manuel Díez de Oñate y la paisajista Laura Pou, los arquitectos Guillermo Vázquez Consuegra, Rafael de la Hoz, Juan Gavilanes y Antonio Cruz, del estudio Cruz & Ortiz, suman numerosos premios y todos tienen renombre a nivel internacional. Ha sido, para nosotros, la confirmación de que vamos caminando en la buena dirección. Y habiendo competido con estudios de Shangai o Nueva York, nos enorgullece que el premio se haya quedado en Marbella.
¿En vuestra opinión, la arquitectura está cambiando en Marbella?
La crisis ha puesto en escena a una nueva generación de arquitectos y de empresas, la gran mayoría de ellos vocacionales y comprometidos, que traen aires renovados y ganas de comerse el mundo. Y esto solo puede ser en beneficio de la arquitectura y, por lo tanto, de la ciudad. Los estudios han pasado de ser herméticos, a promover una comunicación abierta, mucho más cercana, a través de las redes sociales. Los clientes llegan cada vez más convencidos de que tenemos que construir de otra manera, integrando el consumo energético cómo otro factor de composición en el proceso de diseño. No podemos seguir construyendo ventanales enormes sin protegerlos de la radiación solar, a cambio de dejar el aire acondicionado encendido todo el día. Ya suena a disparate, y está bien que la sociedad tome consciencia de ello.
¿Cuáles son las cualidades humanas más importantes para satisfacer las necesidades de una vivienda familiar?
Ante todo, diría que la capacidad de entender las necesidades de la gente que vivirá en ella. Mucho más allá de sus criterios estéticos, tenemos que comprender su manera de vivir la casa, y este no es un ejercicio fácil porque la respuesta no es siempre evidente. Pero lo que sí pensamos, es que el proceso de diseño de un mismo programa, para clientes diferentes, debería dar siempre unos resultados diferentes. La arquitectura debe estar al servicio de la gente. Después, el compromiso con la sociedad, para integrar cualquier intervención en el entorno que la recibe de una manera serena, sin gestos autoritarios. Y este compromiso, hoy más que nunca, pasa también por aplicar criterios de diseño sostenible. La construcción debe reducir su impacto ambiental y los arquitectos tenemos que ofrecer fórmulas para conseguirlo. Por último, la creatividad, que es sin duda la herramienta necesaria para darle cuerpo y forma a todo lo anterior.
El arquitecto posee una formación muy completa, sin embargo, los proyectos de arquitectura generalmente no abordan el proyecto de diseño interior en profundidad.
A nosotros, nos encanta. Pero entendemos el diseño interior más allá de una selección de mobiliario.
En Lieja, recuerdo que algunos lo llamaban micro-arquitectura. Cuando cada puerta y cada ventana se transforma en una oportunidad de diseño. Las escaleras son siempre elementos de mucho protagonismo también, o los revestimientos. En ocasiones, solo con dejar la estructura aparente, ya marcamos una identidad al espacio interior. Esto lo hemos podido comprobar en varias obras de renovación. Solemos incluir piezas de mobiliario a medida. Nos ayudan a estructurar los espacios.
¿Y el paisajismo?
Es otra parte fundamental de la arquitectura: nuestra mejor manera de integrarla y relacionarla con su entorno. No deja de ser una continuación del proyecto hacía el exterior. A título de ejemplo, siempre les decimos a nuestros clientes que su vivienda empieza en el límite de la parcela, no en la puerta de la vivienda. El recorrido que une estos dos puntos debe transmitir algo. Es parte de la experiencia. Y la selección de especies es igual de importante, sobre todo aquí, donde los recursos hídricos son más limitados. El paisajismo también debe ser sostenible.
¿Por qué son tan importantes los materiales que se elijan para un proyecto?
Hoy en día, ya no podemos hablar de materiales sin considerar antes su huella de carbono. Debemos ser conscientes de la energía que se ha empleado para crearlos y, seguramente, para traerlos hasta la obra, del gasto o del ahorro que implicará su uso durante su vida útil y de lo que supondrá reciclarlos después. Muchos materiales artificiales son más prácticos o requieren menos mantenimiento, pero a cambio son mucho más nocivos para el medio ambiente.
¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?
Estamos ahora muy ilusionados con la construcción de un edificio de apartamentos con bajo comercial, en pleno casco histórico de Marbella. El proyecto requiere una demolición previa cuya autorización es inminente, y un estudio arqueológico que promete ser emocionante. Luego, aparte de algunas reformas y ampliaciones, estamos terminando el diseño de una vivienda en Antequera y estudiando un proyecto de residencia de mayores, de unos 15.000m2. No podemos compartir todavía ninguna imagen de estos proyectos, pero esperamos poder daros más detalles en los próximos meses.
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"El último proyecto es el que más emociona"
Ha dicho que tiene la sensación de estar recuperando un trozo de historia de Málaga con la rehabilitación del Gran Hotel Miramar.
Siempre he manifestado que el Hotel Miramar es algo más que un Hotel. Se trata de un magnífico edificio histórico de primeros del siglo XX proyectado por el Arquitecto Fernando Guerrero Strachan, que después de un largo recorrido retorna a su inicial uso hotelero. La cadena de Hoteles Santos se lo adjudicó por Concurso Público convocado por la Junta de Andalucía.
Se ha tratado de recuperar toda su calidad arquitectónica inicial para que vuelva a convertirse en el Hotel de la ciudad que fue testigo de todos los grandes acontecimientos del siglo XX, y que actualmente pueda ofrecer la mejor referencia hotelera de la Ciudad y su Costa del Sol.
¿Cómo ve el desarrollo turístico que está experimentando Málaga?
La ciudad de Málaga está viviendo un importante desarrollo urbano y turístico. La oferta museística que se ha creado en la ciudad con los Museos Picasso, Thyssen, Ruso…y la inauguración del Museo de la Aduana con fondos pictóricos del Museo del Prado, aportan a la ciudad un especial atractivo cultural. Si añadimos la operación de renovación del Puerto con su oferta comercial y ocio, así como el importante turismo de cruceros que se está potenciando para Málaga, y las importantes nuevas infraestructuras ferroviarias (AVE), aeroportuarias y viarias, han convertido a la ciudad en importante referencia del turismo nacional e internacional, recuperando su protagonismo de “centralidad” respecto al ámbito territorial de la Costa del Sol.
Le han llamado el arquitecto de los hoteles, el médico de las ciudades y el arquitecto carpintero, ¿Cómo se considera usted?
Son expresiones coincidentes con las diversas actividades profesionales que he desarrollado. Empecé la profesión realizando diseños de mobiliarios y objetos domésticos, después hubo una etapa de arquitectura y planes de ordenación de ciudades, y ahora estamos desarrollando diversas propuestas de Hoteles. Es precisamente esa realización diversificada de proyectos y escalas la que nos ha caracterizado en este oficio de la arquitectura.
¿Y el proyecto del Puerto de Marbella, en qué fase se encuentra?
Actualmente es el Ayuntamiento de Marbella quién está tutelando el proceso de su puesta en marcha, por la enorme importancia que esta actuación portuaria va a repercutir en el futuro desarrollo de la ciudad de Marbella. Tenga en cuenta de que se trata de la más importante actuación de Puerto Turístico del Mediterráneo, y que estoy seguro se convertirá en un importante motor turístico no sólo para Marbella sino también para toda la región de la Costa del Sol.
¿Qué proyecto recuerda con más cariño?
Todos los proyectos son queridos porque responden a un momento profesional determinado y a unas exigencias por solucionar unos problemas de diversas escalas urbanas o territoriales. Haber tenido la oportunidad de estudiar la Alhambra, ó plantear la ordenación urbana de ciudades como Málaga, Córdoba, Granada…, ó realizar proyectos que tuvimos la suerte de ganar en concursos como la Ciudad de la Justicia de Málaga, y otros de escalas similares, suponen esfuerzos profesionales desarrollados con mucha ilusión y cariño, aunque para mí siempre el último proyecto es el que más emociona.
¿Qué aspectos claves hacen que sus proyectos se conviertan en propuestas ganadoras?
Yo diría que la perseverancia en la continua búsqueda de la innovación. Y digo esto porque no hay que olvidar que para ganar concursos hay también que perder muchos, de los que se aprende para los siguientes, y que la innovación suele ser siempre el aspecto más importante para tener opciones de ganar.