¿Qué te atrajo del interiorismo y por qué elegiste la Costa del Sol para desarrollar tu carrera?
El diseño de interiores siempre ha sido una pasión para mí: es la combinación perfecta de creatividad, funcionalidad y expresión personal. Mi experiencia en el sector inmobiliario, que cultivé mientras vivía en Düsseldorf, me proporcionó una comprensión profunda de cómo se pueden transformar los espacios para mejorar su valor y atractivo. Cuando me mudé a Marbella, vi una oportunidad extraordinaria de dar un giro en la industria del diseño de interiores y aportar mi experiencia a un mercado dinámico y en crecimiento. Marbella y la Costa del Sol, con su énfasis en la elegancia, la calidad y la innovación, proporcionaron el entorno ideal para convertir mi visión en realidad. El entorno vibrante y multicultural de la región sigue inspirándome todos los días.
¿Cuál es la filosofía que impulsa este proyecto y qué lo diferencia de otras propuestas?
En Ambience Home Design, nuestra filosofía se basa en la creencia de que cada espacio tiene el potencial de transformar vidas. Nos esforzamos por crear entornos que no solo sean atemporales, sino también llenos de creatividad: espacios que inspiren, nutran y eleven la experiencia humana. Cada proyecto comienza como un lienzo en blanco, esperando ser pintado con los colores únicos de los sueños, estilos de vida y aspiraciones de nuestros clientes.
Lo que realmente nos define es nuestro compromiso de escuchar, sumergirnos en la visión del cliente, descubrir sus deseos y tejerlos en un diseño que se sienta profundamente personal. No imponemos un estilo distintivo; en cambio, dejamos que cada espacio hable por sí mismo, infundiendo individualidad y carácter en cada detalle. Gracias a nuestra dedicación, a la artesanía, a los materiales de primera calidad y a una colaboración fluida, no solo diseñamos interiores, componemos historias que perduran en los corazones de quienes viven en ellos.
Destacas la importancia de un equipo comprometido y una colaboración fluida con los mejores fabricantes.
¿Cómo has construido estos dos activos vitales para tu estudio?
La creación de un equipo profundamente comprometido comienza con la búsqueda de personas que no solo compartan la pasión por el diseño, sino que también posean una
dedicación inquebrantable a la excelencia. A lo largo de los años, he alimentado una cultura donde la confianza es la base, la creatividad es el latido del corazón y el aprendizaje continuo alimenta nuestra evolución.
En lo que respecta a nuestros fabricantes y socios, he elegido cultivar relaciones a largo plazo con aquellos que entienden nuestra visión y coinciden con nuestra incansable búsqueda de la perfección.
Estas alianzas se basan en el respeto mutuo, la comunicación clara y la pasión compartida por ofrecer resultados excepcionales. Juntos, a través de un meticuloso control de calidad y un compromiso inquebrantable con la excelencia, damos vida a diseños que resuenan con belleza e integridad.
Otra línea de trabajo en la que sobresales son las reformas completas y proyectos llave en mano. ¿Cuáles son las claves para dar nueva vida a un espacio existente?
La clave para una reforma exitosa es ver el potencial de un espacio y entender cómo puede servir mejor a sus ocupantes. Esto requiere un equilibrio entre creatividad y practicidad: respetar la estructura existente e introducir elementos modernos que mejoren la funcionalidad y la estética. La colaboración con los clientes también es esencial para garantizar que la transformación refleje su estilo y necesidades personales.
También destacan tus trabajos en el interiorismo comercial, como el premiado espacio de coworking Centro House. ¿Qué intentas transmitir en este tipo de encargos? ¿Son más complicados que los proyectos residenciales?
En los proyectos comerciales, el objetivo es crear espacios que no solo sean funcionales, sino también memorables e inspiradores. Por ejemplo, en el caso de Centro House, el objetivo era fomentar un sentido de comunidad al tiempo que se ofrecía un entorno que mejorara la productividad y la creatividad.
Los proyectos comerciales pueden ser más desafiantes porque deben atraer a un público más amplio y, a menudo, implican plazos y presupuestos más estrictos. Sin embargo, estos desafíos también hacen que los resultados sean increíblemente gratificantes.
A lo largo de estas dos décadas de actividad, has desarrollado proyectos en España, Europa, África, Oriente Próximo y el Caribe. ¿Qué mercado te parece más interesante en estos momentos?
Cada mercado en el que trabajamos tiene su propio encanto y un conjunto de desafíos, por lo que es imposible elegir un favorito. El año pasado, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de trabajar en un proyecto en Dubái y otro en el impresionante paisaje montañoso de Aspen. En años anteriores, diseñamos propiedades a lo largo de las tranquilas orillas del Lago di Como en Italia y llevamos a cabo un proyecto de reforma a gran escala cerca de Ámsterdam. Cada ubicación nos permite explorar nuevos estilos, materiales e influencias culturales, lo que garantiza que nuestro trabajo siga siendo fresco, inspirador y profundamente gratificante.
Un aspecto siempre presente en tus proyectos es la sostenibilidad. ¿De qué modo se conjuga el cuidado del medioambiente y el bienestar de las personas con el alto nivel de acabados que exigen tus trabajos?
La sostenibilidad es innegociable en nuestro trabajo. Priorizamos materiales ecológicos, sistemas de eficiencia energética y diseños que fomenten la durabilidad y la adaptabilidad a largo plazo.
Se trata de encontrar la sinergia perfecta entre el cuidado del medio ambiente y las expectativas del cliente.
Afortunadamente, la industria es cada vez más solidaria, con más fabricantes que ofrecen opciones sostenibles de alta calidad. Este cambio nos permite ofrecer acabados lujosos sin comprometer nuestro compromiso con el planeta.
Por último, cuéntanos algún proyecto en el que estés trabajando actualmente y que te resulte especialmente ilusionante. ¿Puedes adelantarnos alguna novedad?
Estamos inmersos en una amplia gama de proyectos cautivadores en toda la Costa del Sol, cada uno de ellos es una expresión única de estilo y arte. Este año, estamos encantados de embarcarnos en una nueva aventura extraordinaria: la creación de nuestro segundo desarrollo interno, esta vez en colaboración con un inversor. Este proyecto es un trabajo de pasión y precisión, diseñado con la misma meticulosa diligencia y creatividad ilimitada que definen nuestro trabajo. Destinado a la venta, presenta una oportunidad emocionante de crear una obra maestra a medida que encarne nuestra visión al tiempo que establece nuevos puntos de referencia para la elegancia y la innovación.
¿Cuándo te empezaste a interesar por el diseño de interiores y cómo fueron tus inicios en la profesión?
Mi vocación por el diseño de interiores comenzó desde niña. Siempre tuve una curiosidad innata por ver cómo los espacios podían cambiar simplemente moviendo los muebles de sitio o añadiendo elementos decorativos. Esta pasión se transformó en una verdadera vocación, que me llevó a formarme profesionalmente y a montar mi estudio y lanzarme a los primeros proyectos. Así fue como descubrí que el interiorismo no solo era una pasión, sino el camino que quería seguir en mi vida.
En 2004 fundas tu propio estudio, Interiorisimo. ¿Qué te llevó a apostar por tu propia marca?
Fundar el estudio fue una consecuencia para desarrollar mi profesión. Interiorisimo, es el superlativo del interiorismo, me pareció que como marca podría ser interesante; aunque hoy en día mi marca personal es MARISA GALLO, pues considero que las personas se sienten más identificadas si hay una persona detrás de la marca.
Al crear Interiorisimo sentí que era el momento de crear algo propio, que reflejara por completo mi visión y estilo. Quería tener la libertad de hacer las cosas a mi manera y ofrecer a mis clientes un servicio más personalizado, que reflejara mi esencia y enfoque en el diseño. También me motivaba la idea de crear un equipo con el que compartiera valores y pasión por el diseño, que con el tiempo fue creciendo y expandiéndose a Madrid, Marbella y Miami, lugares estratégicos donde pude llevar mi estilo.
¿Podemos hablar de un estilo “Marisa Gallo”? ¿Qué rasgos distinguen tu trabajo?
Es sorprendente ver cómo, al participar en eventos como Casa Decor, Marbella Design Art o MIAD, la gente que asiste identifica mi estilo con lo que ve. Después de más de 100 proyectos, creo que sí se puede hablar de un estilo “Marisa Gallo”. Mi trabajo se caracteriza por la elegancia, el equilibrio y un clasicismo atemporal, donde combino materiales nobles y cuido cada detalle. Me gusta fusionar lo contemporáneo con las últimas tendencias, siempre buscando la forma de sorprender y emocionar a mis clientes a través de espacios que reflejen su personalidad creando ambientes únicos.
Trabajas sobre todo en proyectos residenciales y comerciales. ¿En qué tipos de encargos te sientes más a gusto, con mayor libertad creativa?
Aunque disfruto de todos mis proyectos, me siento especialmente a gusto con los encargos residenciales. Estos espacios son más personales y, como diseñadora, tengo la libertad de conectar con los clientes en un nivel más profundo, entendiendo sus gustos y estilo de vida. Esto me permite crear ambientes únicos que reflejan su personalidad. Me encanta poder transformar un espacio en un verdadero hogar, donde cada elemento tenga su propia historia y significado. Los proyectos comerciales también son emocionantes, ya que desafían mi creatividad de diferentes maneras y llegan a más personas, lo cual es muy gratificante. En este caso tengo una mayor libertad creativa.
¿Y la relación con el cliente? ¿Es lo más difícil de tu trabajo?
Desde el primer encuentro, trato de establecer una comunicación abierta y honesta. Escuchar atentamente sus ideas, deseos y necesidades es clave para entender qué esperan del proyecto. A partir de ahí, trabajo con ellos, presentando propuestas que reflejen su visión y estilo, pero siempre aportando mi experiencia y perspectiva para guiarles hacia las mejores decisiones.
A veces, surgen imprevistos, como cambios en los plazos o limitaciones de presupuesto. Sin embargo, cada proyecto también trae la oportunidad de innovar y hallar soluciones creativas. La clave está en mantener una buena comunicación y ser flexible, lo que me permite ajustar y adaptar el diseño para que el resultado final no solo cumpla, sino que supere las expectativas.
En los últimos años, has empezado a desarrollar proyectos para el mercado americano. ¿Qué diferencias percibes?
Una de las principales diferencias que he notado es que el estilo americano es bastante marcado y uniforme, lo que lleva a muchos clientes a buscar influencias europeas para añadir un toque de elegancia y sofisticación a sus espacios. También he observado que son muy exigentes en cuanto a la funcionalidad y la eficiencia de los espacios, por lo que buscan siempre soluciones prácticas que se adapten a su estilo de vida.
Es la quinta vez que participas en la feria Marbella Design Art y este año te encargas del espacio exterior. ¿Qué has querido transmitir?
La Rayuela Casa Club es un espacio exclusivo que evoca el concepto de una Casa Club, diseñado para la desconexión y la socialización en un entorno de lujo al aire libre. El proyecto busca ofrecer un refugio donde los visitantes puedan desconectar, compartir y vivir una experiencia única en un ambiente que combina funcionalidad y sofisticación.
El centro del espacio cuenta con una imponente pérgola que funciona como el corazón de la Casa Club, proporcionando un ambiente acogedor para socializar o relajarse en un entorno privado. Complementando esta estructura, una fuente aporta una atmósfera de tranquilidad total. También la cocina exterior y la barra son elementos clave, diseñados para hacer de La Rayuela Casa Club un lugar ideal para los encuentros sociales.
Todos los que te conocen saben que eres una mente inquieta. ¿Puedes adelantarnos algún proyecto en el que estés trabajando?
En este momento estamos desarrollando el diseño de un restaurante en la icónica Calle 8 de Miami, cuyo objetivo es ser un punto de encuentro gastronómico, uniendo la riqueza de la cultura cubana con la gastronomía y la influencia española. Será un espacio que aunará tradición, modernidad y el estilo único de esta ciudad vibrante y dinámica.
¿Qué le inspiró?
Quería captar la esencia misma de esta hermosa atmósfera natural y reflejarla en el interior. Me tomé mi tiempo para seleccionar las piezas y los materiales que queríamos utilizar para cada espacio, empleando formas orgánicas, madera, cristal y piedra en diversos acabados.
¿Cómo se le ocurrió el diseño del salón?
Al entrar en el salón, las vistas al mar son impresionantes.
Para mí era importante que nada resultara forzado y que la interacción de piezas, tonos y texturas no supusiera ningún esfuerzo y aportara calidez al interior sin restar protagonismo a la belleza natural del exterior. Elegimos la chimenea como punto central de la estancia y nos inspiramos en la cascada de Camojan, utilizando bloques de piedra maciza en bruto para contrastar con el suave revestimiento de madera de roble que recubre paredes y techos. Sobre los asientos redondos, colgamos grandes lámparas escultóricas que resaltan los techos de doble altura y piezas de arte.
¿Y el diseño del dormitorio principal?
Quería que el dormitorio principal fuera discreto, pero lleno de pequeñas sorpresas que llamaran discretamente la atención. Elegimos a mano piezas y objetos de decoración que se pueden encontrar en la habitación. El precioso techo abovedado realza la altura y la sensación de grandeza del espacio. Quería que tanto el techo como las paredes tuvieran una textura natural uniforme para crear una sensación de calidez.
¿Cómo fue el proceso de diseño del proyecto en su estudio?
Como en todos los proyectos, mi equipo y yo pasamos mucho tiempo discutiendo el concepto y los detalles. Para nosotros era fundamental crear algo especial, diferente y auténtico. También colaboramos estrechamente con los arquitectos y paisajistas designados para que el diseño evocará una sensación natural y fluida tanto en el interior como en el exterior.
¿Cómo te empezó a atraer el mundo de la arquitectura y el diseño?
Mi padre era topógrafo y, en los veranos, le ayudaba muchas veces a dibujar los planos. También estaba metido en el mundo de la construcción, así que de niño iba con él a las obras. De este modo, me familiaricé muy pronto con el dibujo técnico y los procesos constructivos. El mundo de la arquitectura, el interiorismo y el diseño lo fui descubriendo durante la carrera.
Mientras cursabas tus estudios, te interesaste por otras disciplinas. ¿Cómo te influyeron?
El paso por la universidad hizo que me apasionara por las artes plásticas. Estudié y devoré todo lo que tenía que ver con el arte, la arquitectura, la pintura, la escultura e incluso la música. Creo que es fundamental tener el máximo conocimiento de la historia del arte para poder hacer un planteamiento con fundamento en cualquier disciplina. Descubrir la interacción que hay entre todas las disciplinas es lo que ha fomentado como he desarrollado mi profesión.
En 1991 fundaste Ramon Esteve Estudio. ¿Qué te motivó a trabajar por tu cuenta?
Fue una trayectoria natural, empecé con un estudio pequeñito en un piso en el que vivía y trabajaba y así arrancaron los primeros trabajos. Entonces, para mí era más importante conseguir un trabajo en el cual pudiera expresarme, aunque fuera pequeño, que conseguir un trabajo grande en el que tuviera que hacer excesivas concesiones que hicieran que se perdiera la posibilidad de expresar las ideas que quería plasmar y con las que me gustaba experimentar.
Tras tres décadas de trayectoria, tu sello está presente en multitud de proyectos y obras muy reconocibles. ¿Pero existe un estilo “Ramon Esteve”? Realmente no hay un código o estilo repetible, aunque hay algunas piezas icónicas más visibles y que se identifican con mi trabajo. Intento que cada proyecto sea un nuevo reto creativo, que la ideología y bases conceptuales sean las mismas, pero que el resultado tenga que ver con todo lo que sucede alrededor de ese proyecto en particular: su contexto, el entorno cultural, la tecnología y las herramientas disponibles, para que cada propuesta tenga algo distinto.
Tu trabajo abarca la arquitectura, el interiorismo, el diseño de mobiliario y lámparas... ¿Con qué actividad te sientes más a gusto?
El origen de todo es la arquitectura, pero la arquitectura con esa visión global, esa visión que hacer que llegues más allá, que llegues a pensar cómo va a vivir esa persona y cómo va a sentirse en un espacio diseñado por ti. Para lograrlo, todos los elementos que van a configurar esa escenografía, ese espacio, tienen que dialogar, estar regulados, dirigidos o elegidos bajo un mismo criterio. Eso es lo que me mueve y por esa razón me apasiona el diseño de los objetos.
Tu casa-estudio en el centro de Valencia y tu Refugio en la Viña, son buenos ejemplos de tu filosofía de trabajo y vital. Entonces... ¿prefieres el campo o la ciudad?
La arquitectura nace de un contexto. En un entorno urbano e histórico, como sucede donde tengo el estudio, los condicionantes son los propios de ese marco. Lo que hago es analizar y responder a ese contexto con un estudio tipológico previo a la propuesta. Se estudian las dimensiones, proporciones y fenestración, incluso los balcones. El balcón de mi estudio se ha convertido en Valencia casi en un estereotipo. Al final, el contexto determina una solución. En el campo, lo que hago es analizar cómo me gustaría vivir ese contexto natural y utilizo la arquitectura para actuar sobre la percepción de un lugar. Esa es la grandeza de la arquitectura. El paisaje está ahí, pero yo lo enmarco a través de una caja, que apunta y hace una fotografía de ese paisaje. Genero el contexto desde el cual se percibe este paisaje de otra forma, siempre intentando ponerlo en valor. Estas diferencias explican mi forma de enfocar cada proyecto.
Cuéntanos cómo un joven que iba para pintor en Madrid acaba siendo uno de los diseñadores de interiores más reconocidos de Marbella... ¿Cómo fueron tus inicios?
Primero llegué para unas vacaciones, pero me enamoré inmediatamente de esta ciudad y lo que fueron inicialmente unos días, se convirtió en un año. Desde entonces mi vinculación con Marbella ha sido total. Si bien pasé algún tiempo regresando a Madrid para finalizar mis estudios y estar cerca de los movimientos artísticos que se gestaban en la capital, nunca dejé de regresar a Marbella. Hasta que finalmente en el año 1969 comencé a recibir muchos encargos de cuadros y de diseño de clientes que residían en Marbella. Fui estrechando mis vínculos con la ciudad hasta que más tarde, decidí asentarme definitivamente aquí.
Llegaste a Marbella en 1976, en pleno inicio de la transición, cuando todo parecía posible. ¿Qué queda de esa Marbella que conociste al inicio de tu carrera?
La Marbella que me encontré era un hervidero en el que acudían personalidades de todo el mundo para disfrutar de un entorno inmejorable y en el que estaba todo por hacer. Cada día se levantaban nuevos hoteles y residenciales. Era una ciudad en la que se cumplían los sueños de todos. Fue un momento maravilloso. Ahora la ciudad se ha asentado y el crecimiento se ha serenado, pero vive una evolución hacia la excelencia del sello Marbella. Es un momento de maduración en general de la ciudad y de los proyectos que se llevan a cabo. La ciudad se ha posicionado firmemente en una identidad y es asombroso el nivel al que estamos llegando.
Defines tu trabajo como "un estilo mediterráneo actual". ¿Cuáles son los principales rasgos que lo conforman?
Cuando hablo del estilo mediterráneo actual, hablo del encuentro de las diferentes formas de vivir en un mismo hábitat, de la mezcla en armonía de la excelencia del diseño italiano con la refinada elegancia de la costa francesa y de la fuerte personalidad del mobiliario y el color español; a todos estos rasgos, hay que sumarle la excitación de los sentidos del estilo islámico. El resultado de toda esta fusión son unas fórmulas que se centran en aprovechar la luz mediterránea y el color para generar unas arquitecturas e interiores que están basados en la belleza abierta al entorno, la proporción de todas las partes y la serenidad del conjunto.
Trabajas tanto en espacios residenciales como públicos. ¿Qué tipo de proyectos te resultan más motivadores?
Me encuentro igual de cómodo en todos los ambientes, aunque requieren enfoques distintos. Los trabajos de carácter residencial, que actualmente son la mayoría, son encargos que tienen que satisfacer una manera de habitar de un cliente o familia, y debo adaptar mis sugerencias a las particularidades de su forma de vida. Son espacios más íntimos que me obligan a trabajar mucho el concepto de habitar, procurando que se refleje la personalidad del cliente. En cambio, en los proyectos públicos expongo mi diseño a múltiples miradas y formas de vivirlos. Son proyectos que por lo general demandan más espectacularidad y requieren de elementos de tránsito que sean muy visuales. Suelen ser proyectos más divertidos en su realización, pero quizás menos profundos en cuanto a la relación entre el cliente y yo.